22 de diciembre de 2011

Niños de diciembre

Esperaba el último día de clases como una puerta que se abría hacia la libertad. Estirar el despertar en las mañanas, el mate cocido sin urgencias, salir a la calle con las Pampero en lugar de los Gomicuer que había usado durante todo el año en el colegio, sin guardapolvos almidonado ni esperar el tranvía y chivateando en el río desde la mañana.

También me abría la esperanza de los últimos días del año cuando dejaba sus regalos el Niñito Dios. Mis padres, hijos de inmigrantes, no me habían inculcado la tradición de escribir la carta con los objetos que deseaba recibir, simplemente me preguntaban -Qué le vas a pedir al Niño Dios? Luego evaluaban la respuesta con sus posibilidades y elaboraban la disculpa que me daría el Niño en la mañana de Navidad, para no frustrar nuestra inocencia con su escasez económica. Cuántos 25 de diciembre recibí autitos de plástico en lugar del tractor a pedales que tanto deseaba! No había frustración porque me habían educado con principios de austeridad, firme creencia en la palabra de mis padres, y la humildad de Cristo.

De aquel tiempo de comienzo del verano recuerdo el armado del pesebre. No teníamos árbol de Navidad pero el decorado del advenimiento lo evoco como una escenografía digna de las películas. Mi padre apilaba irregularmente varias cajas de zapatos que luego cubría con papel madera simulando montañas, con picos nevados dibujados con talco mojado y palmeras imitadas con ásperas hojas de ananá. Los personajes centrales eran legado de mi abuela materna que los había traído de su Suiza natal, pequeñas figuras de pastores, ovejas, vacas echadas, burros, los tres Reyes Magos, María, José y al centro un pequeño cesto acolchado con pasto donde estaba el pequeño Salvador, todas moldeadas en papel y pintadas a mano que aún conservo. Completaba la escena un autito de lata, con los pasajeros pintados, que no desentonaba porque también me lo había regalado esa abuela.

Recuerdo que llegados aquellos días sentía una sensación de liberación al ver al Niñito casi desnudo en su cuna. Entonces yo también salía a la calle "en cueros", esto es: el canzoncillo Casi de algodón, un pantalón corto y "en patas", arriba desnudo. Ya podía correr esquivando adoquines calientes con la justificación de las pocas ropas del Niño en su cuna.

Después de muchos pesebres, se presentó en nuestra vida un señor repartiendo regalos en Navidad. Estaba muy abrigado para nuestro tiempo de río y no lo había visto en el pesebre de mi abuela pero ya no podía comparar porque también había perdido la ilusión.

El personaje comercial no pudo ganarle en simpatía a la fresca imagen del niño en su refugio pastoril, casi desnudo como a mi me gustaba retozar, que le daba a mis padres las excusas por los deseos no cumplidos y cada año me hacía esperar con ansias que llegara diciembre.

Feliz Navidad!



19 de octubre de 2011

Después del Día de la Madre

Ya pasó la euforia familiar y la voracidad comercial. Después de dos días han vuelto a ser las anónimas de siempre. Antes que desaparezcan hasta el próximo octubre deseo expresar mi admiración hacia las madres. El verdadero milagro no es parir sino dedicar a cada personita que llega a la vida una parte de su misma vida hasta que agotan la propia. Conozco a muchas madres, no le pongo nombre a ninguna, todas están en mi corazón.

27 de marzo de 2011

Caminando en los '70

El sol se deslizaba ociosamente hacia el horizonte buscando comarcas desconocidas donde descargar su furia canicular. Como una pupila ardiente miraba, desde su perspectiva, los techos y calles que pocas horas más tarde volvería a calcinar. Era el momento de canjear la libertad del crepúsculo por el salario de la telefónica nacional.

Poco más que adolescente, con planes de cambiar el mundo oliendo a Old Spice y con los últimos acordes de un tema de Agustín Pereyra Lucena, partía con rumbo a la calle Alvear donde ponía en contacto a personas con afectos distantes en tiempos cuando no existía el telediscado.

Apenas cumplida la primera hora del día siguiente, dejaba auriculares y tableros para ganar las vacías calles cordobesas con colectivos que habían cesado sus azarozos horarios a medianoche. Eran tiempos de gobiernos con poca simpatía hacia los jóvenes, al fin y al cabo el Cordobazo aún estaba fresco en su filosofía vertical, elitista y represora.

Algunas madrugadas, con unas monedas sobrantes en los bolsillos, las estiraba con un café y charlas interminables con compañeros de trabajo o facultad. Pocos bares céntricos permanecían abiertos en esos horarios, uno de ellos: el Bar Gente en la esquina de Av. Colón y Jujuy. Luego, como siempre, el retorno caminando hasta el altillo de la casa desde donde imaginaba el mundo más allá de los cipreses del Cementerio San Jerónimo.

El esfuerzo de la distancias recorridas lo compensaba la vitalidad de la juventud que se manifestaba en acné, erecciones nocturnas y mal humor. El temor no tenía atenuantes cuando escuchaba los motores acelerados de los Falcon verde dejando huellas de neumáticos quemados sobre las calles cercanas a mi andar. Militares y policías no hacían diferencia a la hora de presentar el D.N.I., si el humor o el rumor les dictaba, cualquier cordobés tenía su último paseo en alguno de estos vehículos aunque no hubiese sido un "zurdo paqueto", que al llegar a su reducto mitigaba el calor remanente de aquel verano con mucho hielo diluído en Johnnie Walker.

27 de febrero de 2011

ME TIENEN LAS BOLAS LLENAS CON LA PELOTITA!

Copia del mail enviado en esta misma fecha a una dirección anónima del grupo Clarín.

Anónimos sres.
institucional@grupoclarin.com

En contraposición al ocultamiento de responsables, al pié de la presente encontrarán mi identificación completa.

La presencia de Radio Mitre en la ciudad de Córdoba ha sido para la audiencia local una alternativa importante. Vuestras mediciones de audiencia deben confirmar esta afirmación.

Los oyentes locales habíamos sido asediados por la vulgaridad, inoperancia y decadencia de los medios representativos, otrora, de la cultura. Mitre 810 y la FM 97.9 trajeron nuevas oportunidades para los amantes de la radio.

Como tantos otros oyentes adherí inmediatamente a la propuesta de su propaganda (no dije publicidad) "periodismo cordobés" e inmediatamente bajó el índice de escuchas de la principal cadena cordobesa, que creo suma 1 + 2.

Desde hace algún tiempo se están reemplazando las programaciones generales por transmisiones deportivas diversas. Creo representar a una buena porción de oyentes cuando digo que no nos molesta escuchar los programas de Marcela Labarca y Nora Perlé, con tintes exclusivamente porteños, los sábados y domingos. Pero así también me considero vocero de miles de radios apagadas o cambiadas de frecuencia cuando la única alternativa de Mitre en Córdoba es el deporte. El "target" de Mitre en esta ciudad tiene esperanzas de otras voces diferentes a los vaivenes de una pelota.

En lo personal no deseo perder ninguno de los programas de Ricardo Césari, trocando derroche de conocimientos por un relator enfervorizado describiendo piruetas de balones que van hacia el aro, el arco, el hoyo o cualquier agujero que sea la meta de los deportistas. No deseo perder atardeceres de música y comentarios de las atinadas locutoras de la radio central. No deseo que Mitre en Córdoba se pierda en la mediocridad y el constante nivelar hacia abajo de las emisoras locales. En semanas recientes hemos tenido un buen intento de reacción en Facebook a la agresión de las transmisiones deportivas de Mitre, que no deseamos escuchar.

Tratando de ser voz de miles de "escuchadores" reitero mi supuesto: los descontentos sumamos decenas de miles que no deseamos interrumpir nuestra rutina radial por transmisiones de eventos deportivos en la radio que elegimos como alternativa.
Espero una medulada respuesta a la presente. Esta y su respuesta o la ausencia de ella serán publicadas en mi blog: http://rimhoff.blogspot.com/ y en Facebook.
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Comentarios:
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Fernando Pablo Fiant
Comparto tu pensamiento.-
Me niego a que intenten por todos los medios poner sobre mis hombros una bola de cuero totalmente llena de aire.-
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Ceci Toledo
Richard!!, no escucho mitre pero comparto con vos el hecho q te cambien la programacion para pasar futbol!.. digo por q no hacen una emisora exclusiva para transmision de partidos?? se me ocurre....
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28-FEB-2011
Respuesta de Institucional Grupo Clarín

Estimado Ricardo,
Muchas gracias por escribirnos y por enviarnos su observación.
Ya hemos remitido su mail a Mitre Córdoba para que lo tengan en cuenta.
Estamos a su disposición para cualquier consulta.
Atentamente
Institucional/ Grupo Clarín
institucional@grupoclarin.com
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RESPUESTA DE MITRE CORDOBA:
(vacío)
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27-MAR-2011
Sres.:
institucional@grupoclarin.com
He recibido su respuesta con la fecha que acredita la misma en su e-mail.
Mitre Córdoba no me ha dado satisfacción, ni siquiera a una respuesta negativa.
No encuentro posibilidad alguna de comunicarme directamente con esta autoridades locales para expresarles mi parecer y recibir las explicaciones del caso, que publico paso a paso en mi blog http://rimhoff.blogspot.com
Les solicito reiteren la solicitud anterior para recibir la explicación adecuada a mi solicitud.
Atte.-
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23-ABR-2011
Sigo sin respuestas y hago notar que Mitre Córdoba jamás contestó, aunque sea para putiarme.-
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30-ABR-2011
Nadie ha respondido y hoy tuvimos otro sábado de sólo fútbol en Cordoba, todas las AM; con la excepción de la decadente LW; e incontables FM aturdieron con las corridas de unos cuantos negros jadeando detrás del balón, desperdiciando fondos de la ANSES. Los jubilados pasan hambre para que los violentos canalizen sus impulsos en las canchas en lugar de las calles. En el futuro próximo deberemos presentar el "carné" de afiliados "al clú" como a principio de los 50? Te acordás?
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19 de enero de 2011

Escuchando a las paredes

Debo a mis frecuentes caminatas por el barrio natal la necesidad de escarbar recuerdos. Sin obsesión pero con ansiedad vuelvo a mirar los naranjos sobrevivientes, algunas viejas casas en las cuales ya no recuerdo quienes moraban y otras con nombres y rostros aún frescos en mi memoria.


No quedan baldíos ni los viejos comercios a excepción de unos pocos que echaron raíces debajo de los adoquines y rieles hoy ocultos por el progreso.



Los hornos de la panadería El Condor lindaban la parte trasera de mi casa yPanaderia El Condor cada madrugada me deleitaban con el aroma del pan horneado con leña. Sus enormes y deliciosos "criollitos" y "chipacas" hoy son los preferidos de mi hija que, inconscientemente, deja crecer su amor por aquellas calles. Portón mediante, donde antaño ingresaban los carros con leña y harina, subsiste una auténtica almacén "de antes".


Estanterías de madera se elevan hasta el cielo raso y resguardan botellas empolvaAlmacen Benjamin Gallegodas, de marcas desaparecidas, que quizás nunca lleguen a venderse. Dos mesas de madera con sillas plegables guardan en silencio tantas historias como días han transcurrido desde que fueron nuevas. El plato de bronce de la balanza ha pesado tanta yerba suelta que ha perdido su brillo dorado. El mostrador donde se atiende a los clientes tiene la típica cobertura de "estaño" para proteger la madera, sus incontables marcas y olor impregnado delatan el paso de tanta bebida despachada a noctámbulos, bebedores tempraneros y desahuciados por amor.


Camino hasta la esquina de Tablada y Pedro Zanni reflexionando con nostalgia. Mientras desando antiguas pisadas especulo sobre estas invocaciones e imagino los días pasados como un tiempo que no se repetirá, que no debe repetirse, que es más valioso recordarlos que volver a vivirlos.

1 de enero de 2011

2011

Imagino un armario en el cual cada estante alberga objetos preciados que prometen satisfacciones espirituales.
En el primero están todos los libros que he leído y los que desearía leer.
El siguiente con discos de pasta, de vinilo, cassettes, CDs y DVs que son bálsamo para mis oídos agobiados por el ruido urbano.
Un entrepaño más abajo, originales y reproducciones de pinturas que he deseado fueran de mi autoría.
El cuarto escaño con frascos de las más sabrosas conservas elaboradas con las recetas que nuestros ancestros trajeron a las pampas.
El último con una Noblex 7 Mares, vieja compañera desde la adolescencia, que aún desgrana sonidos locales y allende los mares.
Un pequeño cajón a la izquierda, del lado del corazón, con todos los recuerdos que conservo y cada tanto convierto en palabras.
El cajón de la derecha con todos los sueños que aún me atrevo a cumplir.
He deseado este mueble para el año que comienza y los siguientes, para mi propia satisfacción y la de todas las personas sensibles a los pequeños placeres del alma.

Buen año!