26 de agosto de 2012

Vigilia verde

Con menos prisa que hace pocos días, el sol de fines de agosto parece aferrarse a los perfiles de la serranía cercana, pero finalmente se aleja con la promesa de quedarse cuanto más pueda en los atardeceres próximos.
Los árboles desnudos comienzan a cubrir su pudor con incipiente verdor. Sus pequeños pezones son ignorados por los caminantes pero yo los veo y no me atrevo a tocar sus troncos como lo hice en el invierno, respeto su tiempo de adolescencia verde que pronto dará a mis ojos otoñales la frescura de rejuvenecer.