7 de abril de 2016

Consultando la bola de cristal

Me calzo una bata estampada con arabescos que remiten a antiguas decoraciones del oriente, descalzo y sin calzoncillos, enciendo una lámpara de luz roja debajo de la mesa redonda, coronada con un mantel de navidad. Me concentro haciendo movimientos relajantes con mis manos para que la energía cósmica penetre por ellas, acaricio la bola de cristal y le transmito mi pregunta. La esfera se ilumina y está preparada para mostrarme el pasado y el futuro. El dedo mayor la roza suavemente y destellos interiores buscan el punto de contacto como rayos en miniatura. Estoy en el zenit del momento de revelación y la esfera transparente responde con imágenes de personajes de la década ganada a modo de respuesta. Mis manos energizadas no pueden detenerse, agrego otro dedo para frotar el vidrio que es mi oráculo y disparo la otra pregunta. La maravillosa pelota pierde brillo, se opaca, se torna esmerilada y solo queda un pequeño rectángulo rojo, al modo de Crónica TV con el texto de la imagen.