19 de octubre de 2011

Después del Día de la Madre

Ya pasó la euforia familiar y la voracidad comercial. Después de dos días han vuelto a ser las anónimas de siempre. Antes que desaparezcan hasta el próximo octubre deseo expresar mi admiración hacia las madres. El verdadero milagro no es parir sino dedicar a cada personita que llega a la vida una parte de su misma vida hasta que agotan la propia. Conozco a muchas madres, no le pongo nombre a ninguna, todas están en mi corazón.