
Uno más abajo alberga discos de pasta, de vinilo, cassettes, CDs y DVs que son bálsamo para mis oídos agobiados por el ruido urbano.
En el entrepaño siguiente, originales y reproducciones de pinturas que he deseado fueran de mi autoría.
El quinto escaño con frascos de las más sabrosas conservas
elaboradas con las recetas que nuestros ancestros trajeron a estas pampas.
El último con una Noblex 7 Mares, vieja compañera desde la adolescencia, que aún desgrana sonidos locales y allende los mares.
Un pequeño cajón a la izquierda; del lado del corazón; con todos los recuerdos que conservo y cada tanto convierto en palabras.
El cajón de la derecha con todos los sueños que aún me atrevo a cumplir.
He deseado este mueble para el año que comienza y los siguientes, para mi propia satisfacción y la de todas las personas sensibles a los pequeños placeres del alma.
Es mi deseo para el próximo 2013.