3 de abril de 2012


Quiere quedarse aquí. Aunque durante el día no se deja ver, en los atardeceres se muestra. Sabe que con la luz del sol no puedo verlo, se vuelve transparente como mis pensamientos. Cuando lo busco no aparece, cuando no lo espero me busca. Ensaya sonidos con las hojas marchitas del otoño y finalmente desgrana notas con su violín vegetal hasta que logra que le mire a los ojos. Se asienta en mi ventana esperando que mis palabras le inspiren nuevas melodías.

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