30 de diciembre de 2012

Deseos de fin del año

Imagino un armario en el cual cada estante alberga objetos preciados y prometen satisfacciones inmateriales. En el primero están todos los libros que he leído, en el siguiente los que desearía leer.
Uno más abajo alberga discos de pasta, de vinilo, cassettes, CDs y DVs que son bálsamo para mis oídos agobiados por el ruido urbano.
En el entrepaño siguiente, originales y reproducciones de pinturas que he deseado fueran de mi autoría.
El quinto escaño con frascos de las más sabrosas conservas
elaboradas con las recetas que nuestros ancestros trajeron a estas pampas.
El último con una Noblex 7 Mares, vieja compañera desde la adolescencia,  que aún desgrana sonidos locales y allende los mares.
Un pequeño cajón a la izquierda; del lado del corazón; con todos los recuerdos que conservo y cada tanto convierto en palabras.
El cajón de la derecha con todos los sueños que aún me atrevo a cumplir.
He deseado este mueble para el año que comienza y los siguientes, para mi propia satisfacción y la de todas las personas sensibles a los pequeños placeres del alma.
Es mi deseo para el próximo 2013.

26 de octubre de 2012

Volver a la lucha?

Caminaba, más que por placer, por la obligación de mover los huesos. No me gustan los circuitos ni la obligación de seguir a otros por los estrechos senderos del Parque de las Naciones. Hoy elegí la natural pendiente hacia el Puente Tablada, debajo de cuya sombra derroché tanta energía detrás de una pelota de trapo, donde el agua que evita me refrescó tantas veces y su fondo barroso lastimó mis pies. El resto de la caminata fue para recordar las ventanas y puertas de personas conocidas, hoy ausentes y perdida su gentil vecindad, hasta llegar casi sin justificación a la casa natal.
No pude sustraerme al tiempo vivido en aquellas veredas y el escaso cesped de la plaza del Cementerio, correteos en la infancia y temerosas llegadas nocturnas en la adolescencia de los '70 cuando prodigaba bohemia y deseos de democracia. Me detuve en la esquina, añoré los terrenos baldíos, los ideales de estudiante y me recriminé por no tener ahora la misma fuerza para combatir la actual pérdida de derechos y libertad de expresión. Quizás aquella batalla hubo sido más fácil.

20 de octubre de 2012

Crónica de los sueños

Con el agua
El agua que me aleja del puente
me lleva al atardecer
no conoce su destino
ni las sombras que veré.
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Sueño que un dedo
me oculta como un sombrero
el sol acaricia mi piel con devoción
con la otra mano busco en el agua
alivio
en su barroso socavón.

Con mi esposa
Sueño que no estás conmigo
que este tiempo no lo he vivido
después acaricio tu mano
mientras vives tus propios sueños
que olvidarás en la mañana.

Con mi madre
Sueño que puede mi mano
tocar la suya
o su cabello
pero se aleja de nuevo
para cumplir el arcano.

11 de septiembre de 2012

Sembradoras de palabras

Tenían las manos ásperas por tanto recibir aquel polvillo blanco que se desprendía de cada letra que nos regalaban. Desde viejas maderas pintadas de negro me acercaron a historias que de otro modo nunca hubiera conocido ni relatado, quizás ésta apología. En esos años las tenía como "segundas madres" y como tal las respetaba, pero su verdadero esfuerzo no pude valorarlo sino muchos años después, tal vez ahora, habiendo recorrido su mismo camino y reconociendo que sin ellas todo esto no hubiera podido ser.
Así, brevemente, expreso mi admiración y respeto a mis "señoritas maestras".
Feliz día del Maestro!

26 de agosto de 2012

Vigilia verde

Con menos prisa que hace pocos días, el sol de fines de agosto parece aferrarse a los perfiles de la serranía cercana, pero finalmente se aleja con la promesa de quedarse cuanto más pueda en los atardeceres próximos.
Los árboles desnudos comienzan a cubrir su pudor con incipiente verdor. Sus pequeños pezones son ignorados por los caminantes pero yo los veo y no me atrevo a tocar sus troncos como lo hice en el invierno, respeto su tiempo de adolescencia verde que pronto dará a mis ojos otoñales la frescura de rejuvenecer.

15 de julio de 2012

Sobre siluetas desnudas

Caminé hasta el parque cercano buscando terminar el día con un horizonte vegetal. La baja temperatura me invitaba a volver antes de completar la vuelta pero decidí seguir adelante. Casi vacío de personas y verdor, a esa hora el lugar era poco más que un páramo. Sin motivación miré los árboles carentes de hojas y a través de ellos el cielo plomizo, amenazante de frío y conjuros invernales. Comprendí la tristeza de los augustos troncos que, despojados de follaje, son esqueletos de las esbeltas siluetas que fueron en tiempos cálidos, ya no los buscan para cobijarse bajo su fronda. Me aparté de la senda para contemplarlos y reflexionar. Sus perfiles vacíos de maquillaje me recordaron bellas mujeres desnudas, deseosas de caricias. Dejé reposar mi mano en uno de ellos y luego continué en mi propia búsqueda.

30 de junio de 2012

Falta una voz

 

Las últimas luces del día me sorprendieron en el silencio de la casa vacía de ruidos domésticos. Sin nostalgia por la breve soledad busqué refugio en la radio que me acompaña desde cuando reproducía aquella melodía del grupo Vivencia "...con los libros y mi radio, que me van a acompañar..." Esta vez trajo a mis oídos una canción de The Beatles que trataba de llenar el vacío que dejó un locutor que acompañó las noches de nuestra bohemia de los '70.

23 de junio de 2012

La fogata de San Juan

La cuadra que no tenía un baldío no era perfecta. El lugar donde nací cumplía aquella premisa ecuménica y nos ofrecía un amplio espacio para la diversión porque los vecinos lo mantenían limpio y arreglado, como si fuera su propio patio. A la mañana y a la siesta se sucedían las corridas detrás de una pelota de trapo, las picadas de los trompos tratando de acertar la troya, las carreras de autos de plástico rellenados con masilla o el juego de bolitas. Al atardecer algunas mujeres con la excusa de hacer regresar a sus hijos se ponían al tanto de las novedades del barrio, algunos hombres hablaban de fútbol y política y no faltaba la abuela que arrimaba el calentador de alcohol con una pava ennegrecida para cebar unos mates. Recién cuando edificaron una casa nos enteramos que no era nuestro.

El comienzo de este invierno trajo desde mi memoria una de las pocas noches frías que recibíamos fuera de la casa y el calor de los braseros, la cocina económica o la estufa a kerosén. Es fácil recordala porque es la madrugada anterior al día de mi cumpleaños: la noche de San Juan. En aquel tiempo ignoraba el origen del ritual y su significado, los niños simplemente disfrutábamos de ver la gente reunida y compartir unas horas más de algarabía.

Los adolescentes con ayuda de sus padres construían días antes un inmenso muñeco vestido con harapos, pelo de paja de escobas viejas, sombrero y calzado demasiado pequeños para semejante monstruo. Lo erigían con gran esfuerzo con maderas de obra desechadas manchadas de cal y cemento y, al atardecer del 23 de junio, arrimaban a su base todo objeto combustible que se pudiera conseguir. Más tarde, ya con la noche avanzada, desde la oscuridad de las veredas cercanas aparecían sombras cargadas de ofrendas para la liturgia pagana y otras saltarinas de menor tamaño con sus manos llenas. Las umbrías mayores acarreaban ropa en desuso, muebles ya sin arreglo y deseos escritos en papel de estraza. Las más pequeñas batatas y naranjas.

Con la puntualidad de los relojes de espiral de la época la llama de un fósforo Rancherita iniciaba el fuego al primer minuto de la noche más larga del año. Cada concurrente ofrecía sus cosas inútiles y los deseos expresados en el rústico papel. A medida que la hoguera daba cuenta del inmenso espantapájaros algunas brasas se deslizaban hacia las orillas de la fogata, era el momento en que los niños arrimábamos nuestro tesoro vegetal que luego de calentado saboreábomos entre risas, rondas y quemaduras de labios.

Mucho tiempo debió transcurrir hasta que conocí las razones de aquella costumbre que mi padre y abuela materna me relataban acerca de las piras en las cumbre alpinas. Los inmigrantes habían celebrado los solsticios de verano con fuegos que agradecían la llegada del tiempo cálido quemando lo que representaba dolor, angustia y tristeza en la esperanza de mejores tiempos. Cuando se afincaron en este suelo de estaciones invertidas, solo les quedó la nostalgia.



17 de junio de 2012

Orgullo de ser tío




Solo un tío puede abrazar como un padre,
guardar secretos como un hermano,
dar consejos como un amigo
y permitir travesuras como un abuelo.

16 de junio de 2012

Al sueño de mi padre

A veces me contaba de su vida en el campo, de la recolección manual del maíz, los trabajos de mantenimiento en el galpón y algunas travesuras de adolescente. Tenía pocas fotos de esos tiempos, una con pantalones cortos pisando la pelota en una cancha de fútbol y otra con traje de botamangas anchas delante de un mástil, coloreada a mano. No se aferraba al pasado y lo recuerdo con optimista resignación a las privaciones que lo sometió la vida. De su paso terrenal no dejó bienes pero fué generoso en amor, gentileza y ejemplar conducta hacia todos los que tuvo cerca. Su mayor legado fue el inmenso vacío que nos quedó con su ausencia de austeridad y cariño desinteresado, su única ambición fue tener un caballo. Por sus relatos aprendí que algunos se sometían a los pequeños besos de sal en la mano y otros a los sabores dulces pero nunca a la violencia. Su sueño se hizo mío y realidad durante un corto tiempo cuando a fuerza de cariño y paciencia logré la confianza de un bello semental que me permitió encerrarlo cada día y curarle profundas heridas entre las patas traseras. Nadie lo había tocado antes, solo la filosofía de mi padre, él hubiera disfrutado de aquellos momentos.
Feliz día del padre, viejo querido!

15 de junio de 2012

Día del padre 2012


El viento de la tarde nos devolvió la realidad otoñal después de unos pocos días cálidos. El duende salió de su letargo en un rincón del quincho donde se cobijada con plumas de colibríes y molestaba como mosquitos tardíos. Antes que el clima le obligara a volver a su refugio donde permanecerá esperando la primavera para seguir degustando la carne argentina, con sus gestos poco gentiles se arrimó a "la compu" me dejó una melodía en un susurro y un silencio que auguraba felicidad por mi paternidad con un obsequio imaginario.

27 de mayo de 2012

Domingo en familia

Se van buscando el cobijo de sus hogares. Esta familia íntima, fecunda en su prole y consecuente en sus afectos termina la liturgia del domingo con sus apetitos satisfechos y otro beso acumulado en sus mejillas. La casa queda con sus ecos y silencios habituales de copas lavadas, platos en el secador y una ténue bruma en la chimenea del asador.
A esta hora el sol es avaro con las flores y hasta el cielo que veo a través de los árboles es esquivo, todo invita a la melancolía pero el duende no me lo permite. Una brisa desde la ventana me saca del sopor, agita las cortinas con una melodía que solo yo escucho y agita las ramas desde el gran árbol del patio. Su violín silencioso me anima con sonidos que dicen que habrá otro domingo y otro atardecer.

14 de mayo de 2012

Noche fresca de mayo


Esta fresca y límpida noche es perfecta para describir que el patio está en silencio y que una tenue luz se filtra entre los árboles ocultando con complicidad la imagen de la luna. El viento apenas susurrante no puede acallar los sonidos de las aves dormidas en sus nidos y de las flores arropadas en sus pétalos. El viento es un viajero buscando otras comarcas donde agitar nuevos follajes que desgranen historias ocultas en sus profundas raíces al ritmo de su estrella errante. El duende ya no persigue la brisa, se afincó al calor de mi hogar y cuando le pido que interprete música en su violín me contesta que ya aprendí a escuchar, que haga mi propia sinfonía.

4 de mayo de 2012

Calidez de otoño

El viento norte nos trajo aire cálido pero no pudo con el irremediable ciclo de la naturaleza. Las hojas no han reverdecido con el calor tardío y con sabia porfía insisten en negarse a volver a ser jóvenes, también yo me resisto a esta falsa pubertad y tengo una moderada ansiedad por el fresco que me convida con arreboles tempranos, olores de cocina y "pieses" tibios en la cama. El duende volvió al patio porque disfruta del tiempo cálido improvisando melodías con su violín, imita el ruido de las hojas secas y de los pájaros dormidos. Quizás deje una ventana apenas abierta para que me acompañe con los primeros mates de la mañana.

22 de abril de 2012

El duende entró a la casa

Estas tardes de otoño el sol cambia su amor por nuestras tierras, ya no es el amigo que se deslizaba con desgano rasgando el cielo de un horizonte que nunca conoceré, ahora está apurado por seducir destinos lejanos y nos deja una noche presurosa de depresión dominguera. La ventana estuvo abierta todo el día porque disfruto los aromas que el viento arrastra desde el patio. Cipreses, molles y cedros son generosos con las fragancias que perfuman la casa pero; ya de noche; no escucho al duende improvisando melodías con el silencio nocturno ni acuñando sonidos con las hojas coloridas del atardecer, quizás por el frío prefirió acompañar mi merienda tardía. Hoy el duende entró a la casa.

21 de abril de 2012

Biografía de un sábado en Villa María

Sin otra urgencia que mi ansiedad terminé de vestirme para el  paseo de los sábados por la noche. Antes de salir escuché solícito las recomendaciones de mi madre y como el viejo trabajaba de noche, su complicidad, consentimiento y algún billete que dejaba escondido en nuestro lugar secreto ya estaban conmigo.

La distancia que me separaba del destino propuesto no era dificil de caminar, conocía cada ventana y las formas que los grandes árboles proyectaban en las veredas apenas iluminadas por las lámparas amarillentas de las esquinas. Después de cruzar las vías que mutilaban la simetría del damero urbano, escuché más claramente que las bocinas de la propaladora local reproducían "El extraño de pelo largo". Me detuve un momento tratando de memorizar aquella canción nueva y me percaté que el cartel de la calle Entre Ríos; en la cornisa de la casa de esa esquina; había cambiado la publicidad de "Ginebra Llave cada día una copita" por una renovada en color rojo de los nuevos cigarrillos Jockey Club con filtro. Sentí por primera vez que lo cotidiano no era para siempre, quizás hasta me hubiera peinado diferente aquella noche.

Las esquinas principales sobre la Avenida Alem/Irigoyen se iluminaban a pleno las noches de sábado, Casa Cabezón y Camiserías Rigar's en la intersección con calle Corrientes. Tienda Los Vascos y Casa Baravalle en la encrucijada con calle Buenos Aires. En esta última esquina, esas noches de mayor concurrencia eran propicias para un vendedor de artesanías en papel maché: sombreros, jarrones y estatuas se alineaban a la luz de las vidrieras. Según recuerdo tenían su cuota de arte e inspiración. A veces el orfebre mantenía coloridas charlas con los transeúntes relatando anécdotas de la guerra describiendo detalladamente aviones y navíos. Otras veces narraba historias de los habitantes del centro de la tierra cuya entrada él había encontrado detrás del Club San Lorenzo del barrio Las Playas.

La gente disfrutaba de mirar vidrieras caminando hasta el cansancio este periplo, "los pudientes" lo recorrían en sus autos o se sentaban en las tradicionales confiterías céntricas a "sacarle el cuero" a los paseantes desde su cómoda ubicación en el Copetín al Paso, La Madrileña o el Bar Americano. La candidez de nuestra juventud no distinguía las diferencias y pasábamos una y otra vez por la misma esquina que a cada vuelta nos parecía diferente solo por cruzarnos con otros rostros.

Otros elegían la oferta de los cines que en aquel tiempo no eran pocos y se concentraban a poca distancia uno de otros. En una misma cuadra de la calle San Martín estaban los cines Premier y Rex, una poco más adelante la calle cambiaba su nombre por General Paz y estaba el cine Monumental. Sobre calle Corrientes el cine Opera y frente al hermoso Hotel Palace el cine Broadway. Del otro lado de las vías, casi frente a la salida de un túnel que pasaba debajo de la estación de trenes estaba el cine Alhambra, una bella sala con decoración morisca, una obra de arte muy depreciada en aquellos tiempos en la estima de los habitantes. Allí disfruté de las aventuras de Dick Tracy, el Mago Fu Manchú, El llanero solitario y otras, todas en formato de series continuadas. Quizás podría pensarse que la oferta de salas era demasiada, pero no fue así. Varios cines ofrecían durante los fines de semana funciones: "Matiné" a las 14:00 hs., "Familiar" a las 17:00 hs y "Noche" a las 21:00 hs. A todas se asistía de rigurosa vestimenta formal.

Sin lugar a ninguna duda esta imagen que mantengo de mediados de los años '60 habrá cambiado como nuestro modo de vida y nosotros mismos. Las ciudades y las personas evolucionamos de manera diferente, las primeras crecen, se embellecen y cada día se vuelven más activas y pujantes. Las personas hacemos el camino opuesto y nos aferramos a los recuerdos que quisiéramos volver a vivir.

7 de abril de 2012

Han pasado dos noches desde su última presencia. Supuse que su estadía había sido una escala reparadora apreciando las explosiones de color de este otoño pero, estas últimas mañanas, con el sol alumbrando ocioso desde el cardinal lejano volví a escucharlo. Un trémulo sonido opuesto a la alborada acarició mis sentidos. Una calandria ensayaba sus "píos" desde los cipreses que demarcan el patio, voló desde el follaje hasta las ramas secas y recién entonces, cuando pude verla, desgranó su concierto matinal. El duende sigue en mi patio.

3 de abril de 2012


Quiere quedarse aquí. Aunque durante el día no se deja ver, en los atardeceres se muestra. Sabe que con la luz del sol no puedo verlo, se vuelve transparente como mis pensamientos. Cuando lo busco no aparece, cuando no lo espero me busca. Ensaya sonidos con las hojas marchitas del otoño y finalmente desgrana notas con su violín vegetal hasta que logra que le mire a los ojos. Se asienta en mi ventana esperando que mis palabras le inspiren nuevas melodías.

2 de abril de 2012

A 30 años de una locura

1- El recuerdo de las humillaciones vividas durante el servicio militar aún estaba fresco, por eso simplemente me compadecía de aquellos adolescentes forzados a matar o morir quizás antes de haber conocido a su primera novia. Debieron pasar 30 años para que muchos comprendieran que aquella absurda guerra solo nos dejaría dolores imborrables.

2- El duende no me llama desde el patio. Lo veo entre las ramas pero esta noche no utiliza su magia, solo me mira. Quizás él también sabe que solo podría hablarle de vidas inconclusas. Enfunda su violín y se llama a reposo con un gesto resignado que solo yo comprendo.

1 de abril de 2012

Hay un duende en el patio


En otoño se pone nostálgico, me llama desde el patio para que le hable de la luna. Ensaya sonidos con las flores dormidas hasta que, cansado de la espera, entona su violín sacando melodías de mi alma.

17 de marzo de 2012

Filosofía de transeúntes y conductores de Córdoba

1- Anteojos oscuros, camioneta color negro (aunque no sea 4x4), vidrios polarizados y lámparas de xenón: "Qué hacen estos negros de mierda en las calles?"
2- Anteojos engrasados, autos de bajo costo color amarillo o verde manzana: "Que mierda hacen todos estos pelotudos usando las calles donde yo trabajo?"
3- Con o sin anteojos, ojos enrojeridos por la falta de sueño después de discutir toda la noche con su pareja, auto con muchas cuotas pendientes del plan de ahorro, pisando el acelerador para desquitarse con los semáforos en rojo; "Que mierda hacen estos hijos de puta frenando, con todos los quilombos que yo tengo?"
4- Anteojos de media caña con un vidrio roto y mirando por encima del marco, vehículo de mediados del siglo pasado, sin ITV, sin seguro y sin frenos: "Qué mierda esperan esos culiados que no se mueven? Má sí yo encaro, total qué me van a sacar?
5- Con casco en la cabeza o el codo, con motocicletas de bajas cilindradas compradas en cuotas más baratas que un boleto de colectivo, suicidas circulando por la izquierda con la gorda en
el asiento de atrás y algunos niños entre ellos: "No voy a parar ahora justo cuando estamos en la subida. Me meto entre los autos así no pierdo velocidad"
6- Con o sin anteojos, sin casco, circulando en bicicletas por el lado izquierdo: "Que se cague este puto semáforo, yo no voy a poner los pies en el suelo"
7- Con o sin anteojos, las mujeres coquetas sí, que cruzan a mitad de la calle mirando hacia el lado contrario del tránsito: "No voy a caminar hasta la esquina para volverme media cuadra"
8- Con o sin anteojos, los policías de la Provincia que miran indolentes las infracciones que se comenten a su lado y no las sancionan porque prefieren contestar mensajes de texto en sus
celulares: "No es problema mío"
9- Con o sin anteojos, los policías municipales que se agolpan en el área peatonal donde no circulan vehículos: "Si quieren que controle las calles, que me paguen horas extras"
10- Sin anteojos YO, que soy el único boludo que frena el auto con luz amarilla en el semáforo, que permito el paso de los peatones cuando giro en Caseros y La Cañada, que activo la luz de giro antes de virar en una esquina y que a rajatabla respeto las reglas de tránsito: "Si tuviera un revolver los mato a todos!"

7 de marzo de 2012

Pensamientos amontonados

8 marzo 2012
Felicitarte en este 8 de marzo sería olvidar cada día del camino que hicimos juntos, y no tendría en cuenta el que todavía me acompañarás a recorrer. A las mujeres les deseo la realización de sus mejores anhelos, a vos te deseo fortaleza para no soltar mi mano.

7 marzo 2012
A veces la miro dormir y comprendo su cansancio. Su vigilia no tiene pausa salvo; cuando en silencio; mira fotos amarillas de un tiempo que no podrá recuperar. No le pido, no me pide, con solo vernos a los ojos tenemos lo que cada uno espera.

3 marzo 2012
Alguna otra noche de sábado hubiese anhelado mirar el cielo desde la libertad de un espacio abierto, pero esta apacible penumbra y el trémulo susurro que la brisa entona con el aguaribay que llena mi ventana, no le dejan lugar a la nostalgia.

29 febrero 2012
Quizás este día sea un anticipo del otoño, aunque los árboles aún no hagan derroche de colores antes de perder sus hojas. La batalla de las estaciones siempre tiene un derrotado, pero este atardecer brumoso es ideal para estar cerca de los afectos. Pobres son quienes solo pueden abrazar su almohada en este ocaso melancólico.

26 febrero 2012
Um dia de domingo
Ahora necesito hablar, encontrarte en algun momento para sentarnos a conversar, y después salir por allí con el viento.
Necesito respirar el mismo aire que te rodea, y en la piel quiero tener el mismo sol que te broncea, quiero tu cuerpo tocar.
Y otra vez verte sonriendo y convertirlo en un sueño lindo. No quiero mas vivir sentimientos sin sentido.
Necesito descubrir la emoción de estar contigo, ver el sol amanecer, y ver la vida pasar como un día de domingo
Haz de cuenta que todavía hay tiempo y que solo nos importa esta emoción. Haz de cuenta que todavía hay tiempo y deja que nos hable el corazón.

17 febrero 2012
Extraño la lluvia.
Extraño los trenes.
Extraño el tiempo cuando podía dejar todo atrás.
Amo este tiempo en que mis afectos me hicieron echar raíces.

16 febrero 2012
No llueve en mi barrio.
Hay mucha humedad y alta temperatura en mi barrio.
No hay alumbrado en las calles de mi barrio.
No tengo coraje para caminar las eclipsadas calles de mi barrio buscando los ocultos secretos que sus antiguas mansiones atesoran detrás de sus enmohecidos muros.
No puedo hacer nada esta noche en mi barrio.
Qué espero para mudarme a otro barrio?

2 febrero 2012
Lo heroico de defender una causa no es morir por ella sino vivir para sostenerla.